- Nací y crecí en Cáceres. Estudié, me formé, maduré y me volví loco entre las paredes del colegio Sagrado Corazón que, a pesar de haber sido fuertemente criticado, creo que la mayoría de los de mi generación sienten un cariño y un sentimiento especial hacia él y hacia todas aquellas experiencias que en él o gracias a él hemos vivido .
- Me gustaba y me gusta el baloncesto y el fútbol, SOY DEL ATLÉTICO DE MADRID. Alterné estos dos deportes, el baloncesto por los amigos y el fútbol porque es una pasión. Hay una etapa en la vida en la que crees que puedes comerte el mundo, que puedes conseguir ser absolutamente todo lo que te propongas y en parte, nada de esto es mentira. Por ello, hubo una época en la que mi cabeza solo tenía un objetivo marcado, ENTRENAR. Poco a poco, el tiempo pasa y las ilusiones se van mezclando con las realidades, todos sabían que querían ser de mayor, qué estudiar el día de mañana pero yo... yo quería ser policia, bombero, futbolista, piloto, todo un surtido de profesiones. Me paré a reflexionar y fue entonces cuando me dí cuena de que la única forma de ser todas esas cosas a la vez era siendo actor.
- El año año pasado, un gran año (nótese el matiz irónico), me echaron de la escuela de arte dramático, del equipo de futbol, algunos amigos dejaron de serlo... Supongo que todos pasamos malas rachas, errores y problemas que nos hacen cambiar, madurar y aprender de la vida. Lo que no sabe toda esa gente es que yo me REINVENTO.
- Ahora no soy el que era, soy mejor. Siento seguridad en mi mismo, tengo unos amigos envidiables con los que he ido a Roma hace poco y con los que me esperan millones de cosas más. Contado así, parece una pandilla de amigos normal, pero realmente solo nosotros sabemos la fuerza y la lealtad con la que cimentamos los pilares de nuestra amistad.
- Por otro lado, los que y las que se fueron quieren volver, "subirse al carro". ¿Acaso no entienden de qué va el juego? Las reglas no se fundamentan en la falsedad, las reglas del juego de la vida se fundamentan en los valores y en el criterio.
- El tema de los monólogos, la verdad es que todo el mundo me pregunta el porqué. ¿Por qué los monólogos? Os lo diré, ¿por el dinero que se pueda ganar con esto?, puede ser, ¿para que me paren por la calle y me den la enhorabuena gente que solo me decia adiós?, pues sí, es algo que me satisface y me vuelve loco. Pero realmente, NO. El único y verdadero porqué es, porque tengo la idea de que la risa es la base de la vida, un idioma universal y hacer reir creo que es una sensación única.